Cuando un paciente candidato a cirugía refractiva busque una calidad visual máxima, debería considerar la opción de un implante de ICL.
La ICL (lente implantable de colámero ) se sitúa en el espacio virtual existente entre el iris y el cristalino y nos va a proporcionar una calidad visual óptima si comparamos con las demás técnicas de cirugía refractiva disponibles.
¿Cómo corrigen la visión? ¿Cómo funcionan?
Las ICL actúan como una lente de contacto. Son lentillas pero van introducidas en el globo ocular por lo que no producen ningún tipo de roce o sintomatología.
Pero la ICL no contacta con el cristalino, sino que va apoyada en la pared del globo ocular a través de sus zonas de apoyo o hápticos.
El colámero es un material muy flexible, estable, y biocompatible, por lo que la ICL se comporta de forma ‘silente’ en el interior del ojo.
Las características físicas del colámero proporcionan una excelente calidad visual con un bajo índice de disfotopsias y aberraciones ópticas.
¿Como voy a ver después de la intervención?
La ICL proporciona una excelente calidad visual.
Una vez intervenido hay un breve periodo en la cual los ojos están algo molestos, pero en cuestión de minutos u horas la situación mejora rápidamente. Es característica la rapidez de recuperación visual y la calidad de la misma con las ICL, en comparación con otras cirugías refractivas. De hecho es la que mayor satisfacción alcanza en los pacientes con índices superiores al 99 %.
Al día siguiente de intervención la visión es muy satisfactoria y va acompañada de una gran sonrisa casi invariablemente.
Calidad visual vs miopía utilizando gafas o lentillas
La calidad óptica en un miope disminuye según aumenta el número de dioptrías debido a la mayor aberración producida por los cristales y el hecho de que la imagen se minimiza al utilizar lentes negativas (miopía).
Esta minimización de la imagen será mayor cuanto más alejada esté la lente de la retina.
Por lo tanto es mayor con gafas que con lente de contacto, y del mismo modo es mayor con lentes de contacto que con una ICL ya que ésta está más cercana a la retina que la lente de contacto corneal.
El paciente experimenta por tanto una mejora cualitativa y cuantitativa de su visión al intervenirse mediante implante de ICL.
Calidad visual tras ICL vs calidad visual tras LASIK
En el LASIK y en otras técnicas de cirugía corneal con láser excimer, se corrige la miopía al producirse un aplanamiento de la cara anterior de la córnea, lo cual produce una reducción del número de dioptrías, que es proporcional a la cantidad de tejido corneal retirado
Se está alterando por lo tanto la curvatura original de la córnea y esto trae como consecuencia un aumento de las aberraciones ópticas y una disminución de la calidad visual y de la sensibilidad al contraste.
Cuando implantamos una ICL no alteramos la córnea, con lo cual evitamos la aparición de estasaberraciones ópticas.
Por otro lado el área óptica tratada con el LASIK será menor cuanto mayor sea el número de dioptrías. La ICL, al estar más cerca de la retina, tiene una zona óptica efectiva superior a la que obtenemos con LASIK en la gran mayoría de los casos
En términos generales la calidad y cantidad de visión suele ser superior con la ICL frente a otros procesos de cirugía corneal como el LASIK.
Esto está ampliamente demostrado en tests de laboratorio, Donde se objetiva que esta diferencia será mayor cuanto mayor sea el número de dioptrías tratadas.
Por la misma razón antes expuesta, la calidad visual nocturna es mayor en pacientes con ICL que en pacientes tratados con cualquier otro tipo de cirugía corneal.
Cuando bajan las condiciones de luz ambiental, se dilata la pupila para permitir una mayor entrada de luz a la retina. Y es aquí cuando la zona óptica efectiva tiene su importancia.
Cuanto mayor sea ésta, mejor será la visión nocturna y menor las aberraciones causadas por la dilatación pupilar.
En definitiva, si la calidad visual óptima es prioritaria para un paciente, éste deberá plantearse la opción de cirugía con implante de ICL sea cual sea su rango dióptrico.