¿Qué es una catarata congénita?
Cuando pensamos en una catarata siempre nos viene a la cabeza una persona con cierta edad.
Con el envejecimiento se suelen producir cataratas que consisten en una opacidad del cristalino. El cristalino es la lente interna del globo ocular, responsable del enfoque en personas jóvenes menores de 45 años.
Pero las cataratas a veces afectan a los niños pudiendo manifestarse desde el nacimiento.
Son las llamadas cataratas congénitas que pueden ser de tipo hereditario o congénito por alteración en el desarrollo normal del feto, y que pueden afectar a uno o a los dos ojos. Cuando nos encontramos con una catarata congénita, el ojo es incapaz de ver ya que está el cristalino opaco. Cuando afecta a los dos ojos rápidamente los padres lo notan en el niño, pero cuando es unilateral, puede el niño hacer vida normal sin manifestar esa pérdida de visión en un solo ojo
¿Qué tratamiento tiene?
Uno podría pensar que si su hijo o hija tiene una catarata congénita lo mejor es esperar a que se haga mayor para quitarla. Esta actitud sería un grave error.
El ojo tiene un periodo de aprendizaje que es variable y qué es máximo en los primeros años de vida y va decreciendo a partir de los 6 años hasta desaparecer completamente. Si no se actúa rápidamente el ojo no va a aprender a ver con lo cual aunque quitemos la catarata más adelante el niño tendrá un ojo vago que no tendrá solución posible con gafas.
Por lo tanto es muy importante realizar revisiones rutinarias de los niños a partir de los tres años y si se detecta una catarata única lateral o bilateral habrá que actuar cuanto antes para que el niño pueda llegar a ver y alcanzar la mejor calidad visual posible. Aunque la cirugía de catarata en niños muy pequeños tiene sus propias connotaciones, es una cirugía sencilla y rápida y va ayudar mucho a la visión de nuestros hijos.