Cuidados tras la cirugía refractiva

Cuando un paciente se somete a cirugía respectiva, es decir, cuando se opera para quitarse gafas o lentes de contacto, tiene que tener claro que operarse supone una serie de requisitos y cuidados tanto antes como durante y después de la cirugía.

Cuidados previa y durante la cirugía refractiva

Consideramos cirugía reactiva en pacientes menores de 45 años en los que las dos opciones son el implante de la ICL y la cirugía corneal con láser excimer en sus distintas variantes. Es conveniente que el paciente evite el uso de lentes de contacto por lo menos 24 horas antes de la intervención quirúrgica para evitar manipulación o irritación de los ojos en las horas previas a la cirugía.

Los cuidados durante el proceso quirúrgico son obvios y dependen fundamentalmente del personal de quirófano y del propio cirujano.

Cuidados posoperatorio

Respecto al posoperatorio inmediato, es fundamental que el paciente evite tocarse los ojos en las primeras 48 horas. En caso de tener que limpiarse o aplicar gotas, hacerlo siempre después de lavarse las manos y con los cuidados necesarios para no tocar accidentalmente el ojo con los colirios. La realidad es que salvo esto, el paciente puede hacer una vida relativamente normal. Desde el día siguiente de la cirugía puede leer o ver la tele o incluso conducir si el nivel visual es el adecuado. Respecto a la actividad física, normalmente recomendamos no realizar ejercicios anaeróbicos hasta al menos una semana después de la cirugía, tanto en la ICL como en el láser. Sí que se puede realizar una actividad física aeróbica, manteniendo siempre los cuidados necesarios.

Hay que tener en cuenta que en el caso del LASIK o de la cirugía corneal en general, la herida superficial en la córnea es de mayor tamaño y la cicatrización tarda más tiempo en ser efectiva. Por ese motivo, los cuidados tendrán que ser mayores evitando posibles traumatismos que pudieran mover el flap o el epitelio corneal. En cambio, en el implante de ICL solo existe una pequeña incisión de poco más de2 mm en el limbo corneal que cicatriza en 48 horas y permite tener más tranquilidad al respecto.

Por lo tanto, si somos mínimamente cuidadosos y tenemos unos cuidados básicos reduciremos en gran medida los pocos riesgos asociados a esta cirugía.