¿Qué es un desprendimiento de retina (DR)?
La retina es una fina membrana que tapiza los 2/3 posteriores del interior del globo ocular. Tiene forma de copa y confluye en el nervio óptico cual si fuera el tallo de dicha copa. La retina engloba una cavidad esférica truncada que se denomina cámara vítrea y que está rellena por el humor vítreo. Se trata de un gel elástico y transparente que inicialmente está adherido a la retina pero que en algunos casos puede desprenderse, paulatinamente o de forma brusca, de dicha retina. Cuando esto ocurre el paciente empieza a notar “moscas volantes”, generalmente de manera repentina. Es lo que llamamos desprendimiento vítreo posterior (DVP).
No es necesario que haya un traumatismo precedente ya que suele ocurrir espontáneamente, y es más frecuente en ojos miopes en los cuales la longitud anteroposterior del globo es mayor, por lo cual la retina está más estirada, y el vítreo tienen más tendencia a despegarse.
Una rotura de la membrana retiniana
El problema sobreviene cuándo este desprendimiento del vítreo puede producir roturas en la retina debido a que esté anormalmente adherido a ésta, y los movimientos de inercia produzcan una tracción y la consecuente rotura de la membrana retiniana. Cuando tenemos un desgarro retiniano normalmente el paciente va a referir aumento de las “moscas” y en caso de que haya sangrado puede referir visión de “humo” o “hilos” y borrosidad de la visión.
Filtración del vítreo líquido
El siguiente paso es que se empieza a filtrar vítreo líquido a través del desgarro retiniano, lo cual producirá una especie de ampolla con levantamiento de la retina que se va separando paulatinamente de la pared del ojo. Esto va a suponer la aparición de una cortina en nuestro campo visual y depende de la localización del desprendimiento de retina (DR) variará la localización de la cortina en nuestra visión. Debido a las características ópticas del globo ocular, la sombra producida por un DR será siempre al lado contrario en nuestro campo visual. Dicha cortina va a ir progresando a medida que el DR progrese hasta llegar al centro de la misma (mácula), la cual produce al desprenderse una pérdida de la visión central y por tanto gran alarma en el paciente.
Una vez que el paciente nota la deficiencia visual es crucial actuar cuanto antes ya qué el tiempo que la retina este desprendida va a ser proporcional al deterioro visual a largo plazo.
Disminución del aporte de oxígeno a la retina
Cuando la retina se desprende disminuye drásticamente el aporte de oxígeno y nutrientes ya que estos llegan a la retina a través de la capa más profunda, llamada coroides, que es una capa vascular que habitualmente está en contacto con la retina y la nutre. Yo suelo explicar a mis pacientes que es como si una planta fuera sacada de su maceta y dejada olvidada sin regar. Si tardas mucho en restablecerla y regarla es probable que la planta pierda muchas hojas o incluso muera. Si es una acción rápida y restableces la planta en su sitio lo antes posible no habrá prácticamente deterioro.
Por tanto es muy importante acudir al oftalmólogo ante la sospecha de un posible desprendimiento de retina (DR) o un desprendimiento de vítreo posterior (DVP). Lo ideal sería prevenir y sellar los desgarros en consulta si se detectan. Pero en el caso de existir un DR, habrá que operar a la mayor brevedad posible, ya que de ello depende el pronóstico visual.
¿Cómo se trata un desprendimiento de retina (DR)?
Las intervenciones para reaplicar la retina son complejas y costosas, y para ello utilizamos diversas técnicas que consisten en acercar la pared del ojo a la retina o bien acercar la retina a la pared del ojo. Para lo primero se utilizan técnicas extraoculares como son cerclajes o explantes de silicona que se adhieren a la pared externa del globo ocular, indentando dicha pared para acercarla a la retina.
Técnicas quirúrgicas para DR
Pero las técnicas más utilizadas actualmente son intraoculares, llamadas vitrectomías posteriores, en las cuales nos introducimos en el globo ocular a través de tres micro-trócares y mediante microinstrumentos de iluminación, corte, aspiración, láser, diatermia o crioterapia, conseguimos reponer la retina a su pared del globo ocular una vez eliminado el humor vítreo que produjo la tracción y el desprendimiento. Habitualmente se rellena la cavidad vítrea de aire, gas, o en casos complicados aceite de silicona. Éstos materiales conseguirán mantener la retina pegada mientras se produce la cicatrización de los desgarros, tratados previamente con láser o frío. Normalmente el paciente deberá estar un tiempo en una determinada posición para que el gas intraocular tapone la zona de los desgarros, mientras el láser cicatriza y sella las roturas. En caso de utilizar gas, éste se reabsorbe espontáneamente. Si se utiliza aceite de silicona, por lo general hay que reintervenir para extraerlo en un segundo tiempo.
Actualmente conseguimos reaplicar muchos desprendimientos de retina con tasas de éxito muy por encima del 90%. Pero hay muchas veces que hay que reintervenir por complicaciones debidas a la cicatrización anómala del propio tejido retiniano. Es la llamada proliferación vítreo retiniana (PVR) que supone la formación de fibrosis y membranas en la superficie de la retina o por debajo de la misma. La retina se contrae y en muchos casos acaba en nuevo DR.
Mejor tratamiento es la prevención
De todo esto podemos deducir que lo más adecuado sería una prevención del DR mediante revisiones anuales de la periferia retiniana en las cuales buscamos lesiones de riesgo y las tratamos si es necesario.
Si eres miope de cierta graduación es muy importante estar concienciado del hecho de que el riesgo de DR es mucho mayor en miopes mayores de 6 dioptrías. También es importante revisar la vista ante cualquier traumatismo o situación que suponga la aparición de “moscas volantes”o manchas móviles en nuestra visión.
Como siempre una adecuada prevención es la mejor opción.