¿Qué es el glaucoma agudo?
El glaucoma agudo es una de las pocas urgencias verdaderas en oftalmología, ya que puede provocar una pérdida de visión irreversible en el caso de no tratarse rápidamente.
El ojo produce un líquido transparente llamado humor acuoso cuya función es la de nutrir a las estructuras que forman la parte anterior del globo ocular. Por otro lado, el ojo dispone de un sistema de drenaje de este líquido, gracias al cual la cantidad de líquido dentro del globo se mantiene relativamente constante y, con ello, la presión intraocular también.
Durante una crisis de glaucoma agudo se produce un cierre repentino de este sistema de drenaje, lo que conlleva un aumento brusco de la presión intraocular y un bloqueo del ángulo que forman las estructuras anatómicas que constituyen la parte anterior del ojo.
¿Qué son los síntomas del glaucoma agudo?
Esto se manifiesta en el paciente en forma de dolor ocular intenso, acompañado de visión borrosa, ojo rojo, cefalea intensa y malestar general con náuseas y vómitos. Las crisis suelen ser casi siempre unilaterales, por lo que la clínica suele presentarse sólo en un ojo.
El tratamiento precoz es absolutamente necesario para intentar mantener la función visual del ojo afecto y evitar la ceguera, ya que las elevaciones tan bruscas de presión intraocular producen daños irreversibles en el nervio óptico.
¿Qué tratamiento tiene?
El tratamiento del glaucoma consiste en la administración de medicación para bajar la presión intraocular y disminuir la inflamación que se produce, combinada con una terapia laser que abriría una nueva vía de drenaje para el humor acuoso (una especie de by-pass).
En ocasiones es recomendable realizar esta misma terapia laser en el ojo sano de manera preventiva ya que hay factores anatómicos bilaterales que predisponen al glaucoma agudo.
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