¿Qué es una hemorragia subconjuntival?
Este hallazgo también conocido comúnmente como “Derrame ocular”, o médicamente bajo el término “Hiposfagma” es un hallazgo muy frecuente en la población general.
¿Qué son las causas de la hemorragia subconjuntival?
Se produce por la rotura de uno de los pequeños y finos vasos que discurren por debajo de la capa externa ocular blanquecina llamada conjuntiva. Al romperse un vaso se acumula sangre debajo de ella. Es lo que ocurre análogamente cuando se rompe un vaso en la piel y se produce un “hematoma” o un “moratón”.
La mayoría de las veces este sangrado suele producirse de manera espontánea sin ninguna causa aparente.
Otras veces puede estar relacionado con haber realizado algún esfuerzo (tos fuerte, estornudos, vómitos, haber cargado peso…).
Y otras veces puede producirse en una persona que tiene la tensión arterial elevada o que haya tenido un pico de tensión arterial alto en un momento dado. Por lo que ante este hallazgo conviene comprobar cómo está la tensión arterial, ya que se sabe que valores elevados pueden favorecer la rotura de pequeños vasos, ya sea en el ojo o en otras partes del cuerpo. Este signo puede ser un indicio para una persona hipertensa que necesita tratamiento antihipertensivo y que hasta ahora no lo sabía.
¿Cómo reconocer las síntomas de la hemorragia subconjuntival?
Es algo muy llamativo ya que donde el ojo es blanco aparecerá con una mancha de color rojo intenso, algo que suele alarmar mucho, sin embargo, no es una condición preocupante para el ojo, ya que se trata sólo de un sangrado superficial, que al igual que un hematoma en la piel, se reabsorberá poco a poco en días o semanas (de 10 días a 2-3 semanas). De hecho, los pacientes no notan dolor ni pérdida de su visión, suelen darse cuenta al verse en el espejo o cuando alguien le avisa de que lo tiene.
Se recomienda acudir al oftalmólogo que realizará el diagnóstico con una breve exploración.
¿Cuál es el tratamiento?
La hemorragia subconjuntival no tiene tratamiento, ya que como se ha mencionado desaparece espontáneamente tras varios días o semanas. En el caso de que se note una ligera molestia puede ser aliviada con el uso de lágrimas artificiales lubricantes.
Factores de riesgo a tener en cuenta
Debe acudir de forma Urgente al oftalmólogo si:
- Presenta ojo rojo con dolor o pérdida de visión
- La hemorragia es de mucha cuantía
- La hemorragia se ha producido después de un traumatismo
Debe consultar con otro especialista (Médico de Atención Primaria/ Cardiólogo/ Internista/ Hematólogo…) si:
- Tiene varios sangrados de repetición, o bien tiene hematomas habitualmente en otras partes del cuerpo, ya que podría ser necesario realizar un estudio más extenso (Monitorización de la tensión arterial en varios momentos del día, analítica con valores de coagulación…)
- Está tomando medicación antiagregante o anticoagulante: En estos casos es posible que la cuantía del sangrado y la duración sea mayor. Aun así, no deben suspender su tratamiento habitual salvo indicación médica, ya que es más importante la causa por la que se lo prescribieron y de igual forma se acabará reabsorbiendo. Conviene consultar con el Médico que indicó esta medicación por si fuera necesario un control o ajuste de la misma.