MIOPÍA MAGNA O PATOLÓGICA

La miopía magna, alta miopía o miopía patológica se produce cuando existe un alargamiento excesivo del globo ocular, asociado a cambios degenerativos en las estructuras del segmento posterior del ojo.

Se define por una longitud axial mayor de 26 milímetros o cuando el paciente tiene más de 6 dioptrías.

Causas

Esta patología afecta a aproximadamente el 2% de la población mundial y tiene un alto componente hereditario, por lo que los pacientes con antecedentes familiares deben empezar a hacerse revisiones desde la infancia.

Los estudios de la población indican que los factores ambientales más determinantes son la utilización de la visión próxima, el desarrollo socioeconómico y la falta de actividades al aire libre.

Complicaciones

Las personas que lo padecen tienen más posibilidad de desarrollar otras complicaciones, como desprendimiento de retina, agujeros maculares, glaucoma o cataratas. El riesgo es mayor cuanto más elongado está el globo ocular.

La miopía magna es también la principal causa de discapacidad visual moderada y grave, y la primera causa de afiliación a la ONCE (Organización Nacional de Ciegos Españoles).

Síntomas

El síntoma principal de la miopía magna es la visión borrosa de lejos asociada a una baja agudeza visual. Mientras que en distancias próximas conservan una buena visión.

En caso de presentar otras patologías asociadas, estas pueden pasar desapercibidas en etapas iniciales al no presentar síntomas, como es el caso del glaucoma.

También es posible la aparición de mosca volantes (miodesopsias) o pequeñas manchas que se mueven, puntos ciegos llamados escotomas, destellos luminosos (fotopsias) o deformación de los objetos y visión de líneas torcidas… lo cual indicaría una afectación de la retina.

Tratamiento

Es fundamental un examen oftalmológico completo que incluya las siguientes pruebas:

  • Examen de agudeza visual y estado refractivo
  • Medida de la presión intraocular
  • Estudio de fondo de ojo
  • Tomografía de Coherencia Óptica (OCT)

El diagnóstico precoz y revisiones periódicas es fundamental para que el paciente pueda alcanzar una buena agudeza visual con la mejor compensación óptica en cada momento y, por tanto su calidad de vida. Y de esta forma controlar la aparición y/o seguimiento de otras patologías.

Miopía en niños

La miopía patológica es de inicio precoz, se detecta sobre los 4 años de edad y comienza con valores refractivos altos, entre -4 y -7 dioptrías, y presenta una progresión rápida entre los 12 y 20 años.

Los niños requieren revisiones periódicas cada 6-12 meses, dependiendo de la agudeza visual y los cambios en el estado refractivo.

Es importante prestar atención a los siguientes signos:

  • El niño guiña los ojos para tratar de enfocar.
  • Se acerca muchos a los objetos.
  • Dolores de cabeza y cansancio ocular frecuente.
  • Pueden estar más despistados y mostrar menos interés en actividades de visión lejana.
  • Pueden tener un carácter más retraído.

Prevención

Seguir una correcta higiene visual nos permitirá minimizar el desarrollo de la miopía.

  • La regla del 20-20-20. Descansar al menos 20 minutos mirando a lo lejos (6 metros o 20 pies) cada 20 minutos de trabajo en cerca.
  • Mantener una distancia de al menos 30-40 centímetros con el trabajo en cerca.
  • Buena iluminación tanto directa como ambiental.
  • Parpadear a menudo cuando se estén haciendo cualquier tarea de esfuerzo en cerca.

No obstante lo más importante es acudir a revisiones oftalmológicas periódicas. Debemos actuar pronto, entre los 4 y 10 años es el periodo de crecimiento ocular más importante. La Sociedad Española de Oftalmología recomienda la primera revisión infantil a los 3 años, o incluso antes si notan alguna anomalía.