La tensión ocular es el nombre coloquial de la presión intraocular, cuyas siglas son PIO.
El ojo es un órgano aproximadamente esférico, pero no es sólido por dentro, y las cubiertas no son demasiado rígidas, así que para conservar la forma esférica usa el mismo truco que el que usamos para darle forma a un balón o un globo, pero en lugar de estar lleno de aire esta lleno de un fluido llamado humor acuoso.
El humor acuoso se genera en el cuerpo ciliar y fluye hacia la parte delantera del ojo, desde donde posteriormente es filtrado por el trabéculo.
Esta generación y filtrado de humor acuoso es el que mantiene la presión intraocular. Cuando hay un desequilibrio entre la producción y el drenaje del líquido, puede producirse un aumento de la tensión ocular.
¿Qué valor de tensión ocular se considera normal?
Se aceptan valores normales de PIO entre 10 y 21 mmHG pero hay que tener en cuenta que la tensión ocular no es dato constante e invariable ya que fluctúa a lo largo del día. Además puede variar dependiendo del método utilizado para medirla, la presión que ejerzan los párpados en la toma, el grosor de los tejidos oculares etc.
Por lo tanto no es malo tener tensión ocular, sino todo lo contrario, es necesario. Lo problemático es tener la PIO fuera de los valores establecidos como normales, ya que una PIO alta sin control a lo largo del tiempo, puede provocar daños a nivel del nervio óptico cuya patología se conoce como glaucoma y como consecuencia pérdida de visión y campo visual irreversibles.
Pero OJO!!! No todas las tensiones oculares altas implican glaucoma ni todos los glaucomas implican tensión ocular alta.
¿Cómo cuidar la tensión ocular?
Exámenes oculares regulares
Realizar exámenes oculares regulares con un oftalmólogo es fundamental para evaluar la tensión ocular y detectar cualquier cambio o problema en etapas tempranas. Estos exámenes permiten un diagnóstico temprano y un tratamiento oportuno.
Estilo de vida saludable
Llevar un estilo de vida saludable también es importante para mantener una tensión ocular equilibrada. Algunas prácticas recomendadas incluyen una alimentación balanceada, actividad física regular, evitar el consumo excesivo de alcohol y no fumar. Además, se recomienda proteger los ojos de la exposición excesiva a la luz solar y utilizar protectores oculares adecuados en entornos de riesgo.
Cumplir con el tratamiento
Si te han diagnosticado alguna condición ocular que afecte la tensión ocular, es fundamental seguir el tratamiento recetado por tu oftalmólogo. Esto puede incluir el uso de medicamentos, gotas oculares o incluso cirugía en casos más graves. Cumplir con el tratamiento recomendado contribuirá a mantener una tensión ocular adecuada y prevenir complicaciones.
En conclusión, la tensión ocular es un factor importante en la salud de nuestros ojos. Mantener una tensión ocular equilibrada es fundamental para prevenir enfermedades oculares graves como el glaucoma. Recuerda visitar regularmente a tu oftalmólogo, llevar un estilo de vida saludable y seguir las recomendaciones y tratamientos indicados. Cuidar la tensión ocular es una forma efectiva de preservar tu visión y mantener tus ojos sanos a largo plazo.