La terminación -itis en medicina significa inflamación (por ejemplo laringitis es inflamación de la laringe, otitis es inflamación del oído, conjuntivitis es inflamación de la conjuntiva…)
La palabra uveítis significa inflamación de la úvea. La úvea es la capa media del ojo, la que se sitúa justo debajo de la esclerótica y se compone desde anterior a posterior de: iris, cuerpo ciliar y coroides.
Dentro de las uveítis hay muchas formas diferentes y las causas pueden ser muy variadas.
Principalmente distinguimos 3 formas de uveítis:
- Uveítis anterior: es la forma más frecuente. La inflamación se produce en la parte anterior del ojo (iris, cuerpo ciliar, cámara anterior)
- Uveítis intermedia: Se produce inflamación del gel vítreo.
- Uveítis posterior: Afecta a la parte más interna del ojo (coroides y/o retina)
- Panuveítis: En ocasiones se afectan las 3 capas dando lugar a una panuveítis.
SINTOMAS
Las uveítis cursan con una tríada típica de síntomas:
- Ojo rojo, dolor ocular y visión borrosa. Suelen comenzar de forma repentina y empeorar con rapidez.
- Puede afectarse un ojo o ambos
- Puede darse un episodio aislado o darse varios brotes de repetición, o en algunos casos puede ser una forma crónica.
CAUSAS
Las causas pueden ser muy variadas. Ya que la úvea es un tejido muy noble y vascularizado puede ser lo primero que se inflame y a veces es la primera manifestación de una enfermedad que puede afectar a otras partes del cuerpo.
Solemos dividir las causas de uveítis en dos:
- Infecciosas: Virus (herpes, citomegalovirus), bacterias (como la que causa la tuberculosis o la sífilis), o incluso parásitos (como el toxoplasma).
- No infecciosas: Puede afectar únicamente al ojo, o estar relacionado con enfermedades generales como la Artritis Reumatoide, Espondilitis Anquilosante, Enfermedad Inflamatoria Intestinal…, entre muchas otras.
Hay que tener en cuenta que en un alto porcentaje (35-45%) no se llega a encontrar la causa o el origen de la inflamación y se consideran uveítis idiopáticas (sin causa conocida).
DIAGNOSTICO
El diagnóstico puede ser solamente clínico. Hay algunas formas de presentación que son típicas y podemos sospechar la causa (por ejemplo algunas uveítis víricas, o formas no infecciosas que afectan exclusivamente al ojo y que pueden estar asociadas a alguna alteración genética)
Normalmente si se ha dado más de uno o dos episodios, es una uveítis recidivante o crónica, solemos indicar una analítica muy completa, y de esta forma podremos ir descartando con la serología las causas infecciosas, o con ciertos marcados la asociación con enfermedades sistémicas.
TRATAMIENTO
Ante la sospecha de una uveítis hay que buscar atención oftalmológica lo antes posible.
El tratamiento dependerá de la causa si es que se conoce. Por ejemplo si es una uveítis infecciosa precisará tratamiento antiviral o antibiótico.
En general los corticoides son la base del tratamiento para controlar la inflamación. Muchas veces sólo con gotas de corticoide es suficiente, pero será necesario un seguimiento para reducir la pauta escalonadamente según la respuesta.
Otras veces es necesario corticoide local o en inyección intraocular. No es infrecuente el tratamiento con corticoides orales, y en algunos casos son necesarios otro tipo de Inmunosupresores o fármacos Biológicos en el caso de uveítis crónicas o que se asocian a enfermedad sistémica.