Carlos Pérez Herrero
Mi experiencia ha sido satisfactoria. La anestesia y la duración de la cirugía hacen que el estrés del quirófano sea escaso y llevadero.
Sí había oído de la técnica ICL antes. He leído y me he informado de los pros y contras de ambas técnicas. Me decanté por la lente ICL principalmente porque la técnica de implante es mínimamente invasiva por lo que el tiempo de recuperación y el postoperatorio serían rápidos y además al ser joven en caso de que me aumentara en un futuro podrá volver a implantarme una nueva lente ICL.
Ha cambiado mi visión en muchos aspectos. Se aprecian las tonalidades y los relieves con mayor precisión.
Sin duda volvería a operarme. El cambio en la calidad de vida y sobre todo de visión con respecto a las gafas y lentillas es enorme.
En efecto ha mejorado mi calidad de vida después de la cirugía. En no tener que depender de un objeto desde que te levantas hasta que te acuestas es una comodidad que todos los que hemos llevado gafas alguna vez en nuestra vida valoramos y mucho.