José García Calvo
Al principio estaba nervioso, era la primera vez que haría also así y no sabía que pasaría. Una vez que empezó la cirugía me sorprendí, no sentí nada, podía ver todo lo que pasaba y no era para nada incómodo. Tengo que admitir que al principio impresiona llegando a ponerte algo nervioso, pero mientras avanza la operación te vas relajando de lo bien que lo hacen.
Nunca había oído hablar de la técnica ICL. La primera vez que la escuché fue en una revisión y porque pregunté. Acabé por decidirme por esta técnica al escuchar todas las ventajas que tiene.
Ha cambiado mi visión respecto a mi gafa bastante, y para bien. Me encantaba usar gafas por lo bien que me veía con ellas pero ahora no las echo de menos. No tengo que preocuparme por si se ensucian, se rompen o algo. Es una carga que te quitas de encima.
Volvería a operarme sin dudarlo.
Mi calidad de vida ha mejorado mucho. Me gusta hacer deporte, concretamente boxeo al cual voy si no son todos la mayoría de días y poder hacerlo sin gafas me encanta. Me ha quitado el miedo de que las rompan, no debo preocuparme por el sudor que cae en los cristales y lo mejor es que no veo borroso cuando recibo algún golpe por los lados, ahora los veo venir bien. Otra cosa que me gusta es poder levantarme por las mañanas y no tener que buscar las gafas, nunca sabía donde las había dejado por la noche.
Todo salió de maravilla. Como mucho decirle a la gente que la operación vale la pena y que no se arrepentirán.