Marina Calvo Chillón
La verdad que ni me enteré, gracias al tranquilizante y la anestesia no sentí ningún dolor, solo veía luces y formas porque obviamente estaban manipulando el ojo pero nada más. Recuperé la visión súper rápido, poco a poco iba viendo cada vez mejor y a las horas veía perfecto. Los primeros días sentía leves molestias en el ojo, pero fue más por los colirios antibióticos que por la propia operación.
Siempre pensé que sólo existía el láser, hasta que empecé a valorar operarme y estuve investigando por mi cuenta. El implante ICL no me pareció tan invasivo cómo el láser y a parte el Dr. Ernesto me explicó muy bien sus beneficios y vimos que era la mejor opción para mí.
Sólo ha pasado una semana desde mi operación y aún me sorprende abrir los ojos por la mañana y ver. No se puede describir con palabras lo que es no ver bien durante toda tu vida y que de un día para otro eso haya cambiado.
Sí – volvería a operarme y seguiría eligiendo las lentes ICL.
Es raro leer algo sin gafas ni lentillas, muy raro y muy gratificante. Llevo gafas desde los 2 años y siempre las odié. Para mí esta operación era algo muy muy importante ya que ya no toleraba bien las lentillas de tanto ponérmelos. Así que sí, lo ha mejorado todo, veo perfecto y lo mejor de todo es no ver mi estuche de lentillas cada mañana y es simplemente lavarme la cara y estar lista para mi día. Aún tengo que recuperarme al 100%, pero los resultados se notan al momento.
Además quiero añadir que llevo viniendo a INSADOF desde que era pequeña y he acertado sin duda al ponerme en manos de este gran equipo para esta decisión tan importante.