Oftálmología pediátrica
y anejos oculares
Tratamientos - Estrabismos/Oftalmología pediátrica
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Cirugía sobre los músculos
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Toxina botulínica (Botox)
El estrabismo consiste en la falta de paralelismo entre ejes oculares lo cual va a producir un defecto funcional con pérdida de visión del ojo desviado (ojo vago) cuando esto ocurre en niños.
Pero también encontramos estrabismos en el adulto, bien por no haber sido tratados de pequeños, o bien por parálisis de los músculos extraoculares que generan estrabismo y visión doble.
Cuando hablamos de estrabismos es importante dividir entre aquellos que afectan en edad pediátrica y aquellos que afectan en edad adulta.
El estrabismo pediátrico se produce en una edad en la que el ojo está aprendiendo a ver. La presencia del estrabismo produce una confusión debido a la visión doble que genera, y el niño va a suprimir involuntariamente la visión del ojo desviado, lo cual va a interrumpir el aprendizaje de este ojo generando un ojo vago o amblíope.
El objetivo fundamental será restablecer la visión del ojo vago ocluyendo o penalizando el ojo normal. Una vez conseguido esto se procederá a restablecer el paralelismo ocular mediante la cirugía de estrabismo.
Cada ojo tiene seis músculos distintos y hay múltiples defectos de uno o varios de estos músculos que pueden generar estrabismo. Básicamente la cirugía consiste en acortar o alargar estos músculos para fortalecerlos o debilitarlos e intentar así alcanzar el paralelismo.
En las operaciones de estrabismo a menudo recurrimos a la anestesia general dada la escasa colaboración de los niños a estas edades pero no suelen exceder la media hora.
Cuando afrontamos los estrabismos en la edad adulta normalmente es con fines estéticos ya que el ojo vago está afianzado y no tiene solución.
Pero hay otro tipo de estrabismos que suceden normalmente en la edad adulta y que son debidos a parálisis musculares, ya sea por traumatismos, por procesos vasculares, tumores… En estos casos el estrabismo va a inducir una diplopía o visión doble, muy molesta para el paciente y que obliga a ocluir uno de los ojos. En estos casos se puede recurrir a la operación clásica de estrabismo o bien a la toxina botulínica.
La toxina botulínica es un fármaco paralizante que podemos usar en casos de parálisis, aplicando los sobre el músculo contrario al paralizado para ‘equilibrar’ la situación.
También podemos utilizar toxina botulínica en estrabismos infantiles de ángulo marcado como ayuda para reducir el ángulo quirúrgico.